EL ESCRITOR…
“Monstruo de la Naturaleza” llamó Cervantes a Lope de Vega, aludiendo a su prodigiosa fecundidad. Ciertamente, la producción literaria de Lope fue extraordinaria. Escribió poesía lírica, novelas, larguísimos poemas épicos, abundantísima poesía religiosa, canciones y romances, poemas mitológicos y didácticos. Y todo ello sin contar con las obras de teatro, en que alcanzó cifras casi inverosímiles. Su discípulo Juan Pérez de Montalbán cifró en mil ochocientas las escritas por el Fénix de los Ingenios, pero hay que atribuir esta evidente exageración a la amistad. Con todo, no debió de escribir menos de quinientas piezas teatrales, entre comedias y autos, lo que lo convierte en el más prolífico de los grandes dramaturgos. Tuvo, además, una intensa vida amorosa, fue soldado, secretario de varios nobles y sacerdote, fue desterrado de Madrid por unos versos injuriosos a su antigua amante Elena Osorio… Una vida novelesca llena de desengaños que se vieron compensados por una inmensa popularidad. En su tiempo, para enfatizar la calidad de algo (una casa, un entierro, una sandía…) los madrileños exclamaban: “¡Es de Lope!”.